El "capibara gigante", uno de los roedores provenientes de Suramérica habitó el Norte de América desde hace unos 3.6 millones de años hasta el final del Pleistoceno cuando la familia Hydrochoeridae (los capibaras) se extinguieron de esta parte del continente.
Con más de 70 cm al hombro y un peso que pudo llegar a los 140 kilos, fue un capibara que fácilmente duplicaba el peso de los capibaras sobrevivientes con los que compartió el espacio en Norte y Centro América durante algunos millones de años.
De apariencia muy similar a sus parientes suramericanos modernos, los investigadores asumen que estos animales necesitaban hábitats con abundante agua dulce. De hecho sus fósiles los han encontrado muy cerca de donde alguna vez hubo ríos, arroyos, lagos o pantanos. Se alimentaba de una variedad de plantas incluido en gran medida de pastos.